CRISPÍN D´OLOT: UN JUGLAR MODERNO
CRISPÍN D´OLOT: UN JUGLAR MODERNO
Copla I
Recuerde el alma dormida;
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer
cómo después de acordado
da dolor;
cómo a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
Las coplas a la muerte de su padre, Jorge Manrique.
Desde La Bañeza (León) ha llegado al instituto, de la mano del Departamento de Lengua, un juglar moderno que recita versos antiguos. ¡Estamos hablando de Crispín d´Olot!
Tras un comienzo impactante, en el que recita las primeras coplas de Jorge Manrique, nos anuncia la muerte del latín, ¿la muerte del latín? Sí, el juglar nos arrastra a la baja Edad Media, junto a grupo de juglares que hacen malabares, lanzan fuego por sus bocas y recitan versos en una lengua nueva, que habla el pueblo y que es nuestro castellano.
Con los primeros versos de El cantar de Mío Cid hemos descubierto qué diferente era su pronunciación entonces, nos hemos reído con el divertido Romance de Gerineldo. Los versos de Gonzalo de Berceo y los de la famosísima Vaquera de la Finojosa del Marqués de Santillana, han aparecido mezclados con flautas, tamboriles, sonajas y zanfoñas.
Nos ha recordado que la corrupción no es algo de ahora, que ya el Arcipreste de Hita la denunciaba en su Libro de Buen amor, y sobre todo, nos hemos reído y divertido mucho. Pero, claro, esa era la labor de los juglares ¿no?
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