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Aquella muchacha escribía poemas; los colocaba cerca de las hornacinas, de las tazas. Era cuando iban las nubes por las habitaciones, y siempre venía una grulla o un águila a tomar el té con mi madre.
Aquella muchacha escribía poemas enervantes y dulces, con gusto a durazno y a hueso y sangre de ave. Era en los viejos veranos de la casa, o en el otoño con las neblinas y los reyes. A veces, llegaba un druida, un monje de la mitad del bosque y tendía la mano esquelética, y mi madre le daba té y fingía rezar. Aquella muchacha escribía poemas; los colocaba cerca de las hornacinas, de las lámparas. A veces, entraban las nubes, el viento de abril, y se los llevaban; y allá en el aire ellos resplandecían; entonces, se amontonaban gozosos a leerlos, las mariposas y los santos.
Marosa di Giorgio, Los papeles salvajes. Ed. Adriana Hidalgo editora. Buenos Aires. (2003)
MUCHÍSIMAS GRACIAS a todos los que habéis desplegado vuestra imaginación y habéis plasmado en un dibujo este hilarante y surrealista poema de Marosa di Giorgio. Pero cómo no podéis ganar todos, se ha decidido que los ganadores sean:
BRUNO CASTAÑO, DANIEL LADRÓN y LUCÍA ROMERO.
¡ENHORABUENA A TODOS!
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Lucía Romero |
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Daniela Vivar |
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Daniel Ladrón |
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Lidia Crespo |
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Bruno Castaño |
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Marina del Río |
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Miguel Daniel |
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Daniela Valentina |
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Daniel Ladrón |
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Carmen Iglesias |
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