ALEJANDRA PIZARNIK

 

Allende los mares.

Plan de poesía IES Pintor Luis Sáez (Burgos) 22/23






Yo soy…

Mis alas?
dos pétalos podridos

mi razón?
copitas de vino agrio

mi vida?
vacío bien pensado

mi cuerpo?
un tajo en la silla

mi vaivén?
un gong infantil

mi rostro?
un cero disimulado

mis ojos?
ah! trozos de infinito. 



Alejandra Pizarnik. Poesía Completa. Lumen, 2009



En la poesía de la argentina Alejandra Pizarnik (1936-1972) todo es autobiográfico. La vida le produce extrañeza y busca un refugio en su mundo íntimo y personal, un universo que tiene sus fragilidades y su propia mitología.

Su vida, desde la infancia, está marcada por complejos e inseguridades que le minan la autoestima y la conducen al consumo de antidepresivos, barbitúricos y anfetaminas, de los que dependerá siempre. Su bisexualidad, negada por su familia y deliberadamente ocultada por sus herederos, que censuraron más de 100 fragmentos de su diario, además del despilfarro económico, que le impide tener una estabilidad económica, le labraron una fama de poeta rebelde y transgresora que todos celebraban.

Ingresó varias veces en un hospital psiquiátrico para recuperarse de su adicción a las pastillas.  En 1972, en un permiso de fin de semana del hospital en el que se hallaba internada por un cuadro depresivo y dos intentos de suicidio, se tomó 50 pastillas de Seconal que le produjeron la muerte. Sus últimos versos fueron: 

No quiero ir

 nada más

que hasta el fondo.

El poema que os propongo , publicado en De La tierra más ajena en  1955, la autora se define a sí misma, una poeta que siempre pareció sentirse fuera de sitio en la sociedad y que percibía su universo a través de lo que miraba en su interior.


Si te ha gustado este poema, no dudes en leer: La enamorada. Alejandra Pizarnik.




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