PALABRA SOBRE PALABRA: CRISIS
Lo ideal en estos casos sería morirse de muerte natural hacer un gesto agrio, estirarse definitivamente, y marchar con cuidado para que nadie pueda darse por afendido. Pero ello no es posible sin contar con Dios Padre. -y los restantes. Por eso, -frío en la calle, tedio en los que pasan- permanezco en mi sitio, y vivo -corazón asediado por el llanto- mi hora terrible: la que aún no ha sonado. Ángel González. Sin esperanza, con convencimiento ,Ed. Colliure – Barcelona 1961 Ilustración Mª Carmen Iglesias Garbi